Terciopelo dorado (tintero de oro)

 Ubicandonos en los años mil novecientos cincuenta cuatro por allá en Filadelfia,donde nacerían los restaurantes chinos J'unt lee  ,lugar de reuniones de negocios de toda índole...oscuros profundos,rojos brillantes y demasiada nebulosa en sus alrededores...Así comenzaría la historia de desapariciones .

Este joven personaje escritor amateur y sonámbulo de inspiración, iría por aquel contrato sin retorno...

En donde las promesas conllevan a el costo más caro, dónde la lucidez ciega la corrupción.

Historia donde nos lleva a recordar que todo contrato debe ser firmado,en aquella sala pequeña donde el tintero de oro mágicamente empuñado daba la estocada final ...Donde el terciopelo dorado  que cubría su cuerpo...

cómo por arte de magia se pondría pecoso de sangre y muerte...



Comentarios

Desde luego era un contrato envenenado desde el principio. El Tintero de Oro puso su granito de arena. Buen micro para el reto conjunto, me encantó. Un abrazo
Arturo dijo…
El relato en su estructura está bien, aunque queda confuso el motivo por el cual se firman esos contratos en ese local.
Gracias por sus comentarios y darme lugar donde nacen ideas ricas de inquietud.
Merche dijo…
Hola Carlos, esta mañana no pude comentar en tu blog. Un tintero que firma sentencias de muerte, ¿verdad? Bien hilado.
Un abrazo. :)
Sisi Merche es por ahí....resumido a la interpretación de cada uno.
Hola, Carlos.
La verdad es que todos los contratos llevan implícitos un tributo. A veces, vendemos una parte física de nosotros mismos: tiempo, energías, paciencia, ánimos...; pero otras, nos embargan el espíritu y nos encadenan de por vida.
En tu relato es la propia vida la que se paga como tasa. Un precio demasiado alto, dependiendo de lo que se quiera conseguir, claro.
La trastienda de un restaurante chino parece un lugar intrigante para ciertos sortilegios. En algunos de mis relatos es la trastienda de un bazar chino, lleno de objetos mágicos por descubrir. Veremos si sale el que tengo bamboleando en mi cabeza.
Buen relato, gracias por compartirlo en este reto especial.
Un abrazo.
Un contrato peligroso diría, con un precio alto por pagar.
Saludos.
PATRICIA F.
Sisi Merche es por ahí....resumido a la interpretación de cada uno.
A todos gracias por sus comentarios 🙏desde Argentina y del corazón
FEseiza dijo…
Me encanto, contento de verte seguir por este camino hermoso..
Marta Navarro dijo…
"Sonámbulo de inspiración", me encanta esa frase. Un micro misterioso y muy sugerente. Buen aporte para el reto.
Gabiliante dijo…
mira que queda bien el rojo sobre el dorado, dos colores tan chinos...
ahora, si se tiene que coagular la sangre y va a quedar, así pardonegruzco ya no tanto.
en cualquier caso ese es el color del ambiente wue se trasluce, negro es muy elegante
sbrazoo
Gracias por sus comentarios 🙏
Qué relato más inquietante. Y la novela de desapariciones que planeaba el autor tenía muy buena pinta. Lástima porque creo que no va a tener oportunidad de escribirla.
Un abrazo.
Un relato muy sugerente. Muy buen aporte para el reto. Saludos.
Myriam dijo…
Un relato inquietante que deja muchos interrogantes abiertos. UN saludo.
Hay contratos leoninos que no deberían firmarse. Gran aporte al reto. Saludos
Gracias a todos.
No sé cómo configurar para responder a cada uno.por eso lo hago de forma general 🙏❤️ gracias
Lulita dijo…
Buen aporte! Muy poético. Saludos!
¡Hola! Este tintero de oro parece no dejarse un contrato sin cobrar. Un micro que nos deja con ganas de saber más sobre las circunstancias que han llevado al personaje a firmar este contrato.
Un saludo.
David Rubio dijo…
Hola, Carlos. Un micro que nos transporta a una atmósfera noir deliciosa. Un restaurante japonés, una organización misteriosa, desapariciones, un contrato que implica sangre... sin duda que te has agenciado de un buen número de ingredientes que son oro para una fantástica historia de suspense. Saludos!
Jose Casagrande dijo…
Solo deben hacerse contratos con gente que es de la propia cultura.... ojala hablen el mismo idioma. Mas alla de ello siempr euno lleva las de perder.
Tara dijo…
Solo falta en tu magnífico corto, las galletas chinas de la suerte, pero está tan bien descrito y ambientado, que el categórico contrato es una sentencia de muerte, un alto precio a pagar.
Me ha guastado, Carlos Eseiza, y creo que es la primera vez que te leo, para no perder de vista tus letras.
Guille Blanc dijo…
Muy original, con una niebla inquietante entre tanto colorido oriental. Enhorabuena.
Macondo dijo…
Interesante aportación al reto. Felicidades.
Ainhoa dijo…
Hola Carlos un relato, inquietante y a la vez con ritmo. Un saludo.
Jorge Valín dijo…
Hola Carlos. Inquietante el escenario en el que comienza el relato, opresivo con sus rojos y negros. Inquietante también el final con esos contratos que sentencian a muerte. Saludos.
Hola Carlos, un micro relato cargado de intriga, y con el escenario acorde a ella.
El final es sobrecogedor
Un saludo
Puri
M. Cristina dijo…
Que el contrato sea sin retorno, ya da mala espina. Si conlleva el costo más caro, uno ya se puede imaginar lo peor. Así que la sangre y muerte, es el único final posible. Interesante.
Gracias por sus comentarios,🙏❤️
BananaBoyArt dijo…
Necesito la serie en Netflix con 5 temporadas de 12 capitulos cada una. Sin dudas atrapante relató, intrigante, sombrío y lleno de oscuridad.
Gracias,🙏❤️a todos por los comentarios me llenan el alma.
Pepe dijo…
Todo contrato tiene un precio a pagar, como la misma muerte al darnos obligarnos a regalarle nuestra vida el segundo antes de morir. Muy bueno el relato.
Un abrazo!
Estrella Pisa dijo…
Me ha gustado mucho el relato, Carlos.
El título ya invita a leerlo, con ese terciopelo dorado.
Los contratos siempre encierran un arma de doble filo y nunca hay que descuidar su letra pequeña, pues suele esconder cláusulas abusivas.
Un abrazo.
JM Vanjav dijo…
Hola, Carlos. Una agridulce firma, al menos espero que dieran antes de comer. Viajar al otro barrio y con el estómago vacío puede ser una mala experiencia.
Saludos.
Lola Romero dijo…
Muy bueno, Carlos, qué atmósfera!! Dan ganas de saber más. Un abrazo.
Vamos por eso.
Ya que gusto, abrazo grande a todos